Bienvenido a mi blog. Sirvan estas entradas para acercaros a mi forma de ver el mundo natural. Espero que a alguien le sea de utilidad.
Jorge Falagán

kfalagan@yahoo.es

martes, 12 de junio de 2012

Lechuza (Tyto alba)

El "fantasma de los campanarios"

Tradicionalmente tomadas por aves de "mal agüero" en el ámbito rural, muchos de nuestros mayores  siguen viéndolas como indicadoras de que la muerte se acerca... acusadas antiguamente de beber el aceite de los candiles de aceite de las iglesias... 



Cierto que las pobres lechuzas asustan con sus gritos y sonidos guturales, en noches cerradas, si no sabemos que se trata de una lechuza los sonidos que emiten pueden poner nuestros "pies en polvorosa", los "pelos como escarpias", o sencillamente darnos un buen susto.
Recuerdo jugar con otros críos a subir al campanario de la iglesia, de noche, sin linterna y a ver quien subía hasta el final... los pollos de lechuza, crecidos ya, al oír las pisadas en los viejos tablones de madera emitían chillidos, silbidos, bufidos y toda clase de sonidos estremecedores, la mayoría no pasaban de allí.... si tenías el valor suficiente llegabas arriba, entonces alguno de los adultos aparecía de la nada, sin hacer ruido alguno pasaba rozándote la cara con sus suaves plumas... momento de la estampida, los escalones que al subir parecían muchos, ahora eran saltados de tres en tres para llegar lo antes posible a la seguridad de la farola...  sin aliento para contestar a las insistentes preguntas de ¿qué has visto?  de los que no habían tenido valor para subir...
 El "fantasma de los campanarios", entrando por una de las ventanas. 

En verdad, no sabía muy bien lo que había visto, si bien a pleno sol la curiosidad me llevó de nuevo a ascender al campanario, no había nada, salvo unas pelotas negras que al pisarlas chascaban... pues estaban llenas de pequeños huesecillos.
Con el tiempo aprendí que aquello eran egagrópilas, restos indigeribles que las aves (rapaces diurnas y nocturnas, cigüeñas, garzas, córvidos. alcaudones, abejarucos, martines...) al no ser capaces de disolver la quitina, los huesos, pelos,élitros etc. con los jugos gástricos han de regurgitar estos restos de nuevo por el pico. Generando "pelotas" de variadas formas según las diferentes especies.
Las de lechuza son relativamente fáciles de diferenciar pues son negras, (si son frescas), de buen tamaño y como otras nocturnas presentan los cráneos y huesos bastante enteros. Esto es debido a que tragan a sus presas enteras no como en otras especies o grupos en los que son troceados antes de ingerir.

Contenido parcial de una egagrópila, es una actividad perfecta el desmenuzar una egagrópila con los mas pequeños para hacerles ver lo que comen las lechuzas.
Egagrópilas de lechuza

Esta particularidad ha permitido a muchos investigadores hacer estudios sobre la alimentación de estos grupos de aves, pues los restos que aparecen pueden ser asignados en muchas ocasiones a grupos o incluso especies. Las lechuzas "muestrean" los campos por nosotros y nos permiten saber que tal especie de musaraña, musgaño o ratonzuelo está presente en un territorio.


¿Cuántos ratones come una lechuza?
pregunta esta que alguna vez me han formulado, la respuesta no deja indiferente, muchos!!
Unos sencillos cálculos pueden hacernos ver lo beneficiosas que pueden llegar a ser las lechuzas para nuestros campos.
He preparado este sencillo esquema para que os hagáis una idea de los micromamíferos que pueden llegar a capturar una pareja de lechuzas y su prole a lo largo de un año natural.
En resumen:

15.050 !!!! no está nada mal, verdad?

El disco facial en forma de corazón es una auténtica parabólica que permite a las lechuzas "fijar la posición" de sus presas mediante el aguzado oido.


Las garras no tienen plumas, sino filoplumas (parecidas a pelos), las uñas son afiladas y dos dedos se dirigen hacia delante y dos hacia atrás. Esto les permite capturar a los escurridizos roedores.

Las partes inferiores son muy blancas, con motedo variable más patente en las hembras.

 El borde de la primera primaria (que he señalado en verde) tiene una estructura que junto a un plumaje sedoso permiten a las lechuzas no generar ruido al volar.

 Primaria de lechuza, con su patrón característico.

El "fantasma de los campanarios", esta y otras  fotos las consigo mediante varios flashes y la barrera de infrarrojos que salta al pasar volando la lechuza, ordenando el disparo a la cámara.

Un nido de lechuzas en el que se observan tres huevos blancos, bastante redondos (típicos de rapaces nocturnas), depositados sobre una "cama" de egagrópilas. A la izquierda un topillo. Varias plumas de la especie.


Las partes superiores son marronáceas con tintes grisáceos. La gran cabeza rápidamente nos indica que es una rapaz nocturna. En vuelo puede confundirse con la lechuza campestre o con el búho chico.

Lechuza anillada lista para ser liberada.

El vuelo sigiloso, las garras, el oído.... armamento perfecto para atrapar roedores.


CAUSAS DE MORTALIDAD



Por desgracia el uso de veneno en las casas y huertas hace que las lechuzas mueran, tanto adultos como pollos, bien por el veneno, bien porque mueren los adultos y los pollos mueren de inanición como el de la foto superior. Episodios como los envenenamientos masivos por las plagas de topillos erradicaron a las lechuzas de muchos lugares. Una barbaridad que espero no se repita....

La carretera y las luces de los coches que deslumbran a las lechuzas es la principal causa tras el veneno de muerte de las lechuzas, como esta encontrada en una cuneta... su perfecta adaptación a la vida en la noche hace que las luces las deslumbren mucho mas que a otras especies...

Esperemos que las lechuzas sigan en nuestros campos. Aquí estoy liberando dos preciosidades después de anillarlas y tomar todos los datos biométricos precisados para su estudio.

Por supuesto seguiré campeando y estudiando estos preciosos seres, aliados indiscutibles en el control de roedores. Si está en vuestra mano, contad las bonanzas de estos seres, entre todos podemos conservarlas.

Como siempre espero que a alguien le sea de utilidad
Un saludo
Jorge Falagán