Bienvenido a mi blog. Sirvan estas entradas para acercaros a mi forma de ver el mundo natural. Espero que a alguien le sea de utilidad.
Jorge Falagán

kfalagan@yahoo.es

jueves, 29 de marzo de 2012

Críalo (Clamator glandarius)





Hay muchas aves curiosas, y una de ellas, sin duda, es el vocinglero críalo. Su migración reproducción, coevolución con las aves que parasita hacen de él un ejemplo práctico en etología de aves.
Su nombre científico se podría traducir como clamator-oris=gritador, lo que le viene al pelo (a la pluma mejor dicho) pues antes de que veamos un críalo lo normal es que oigamos su reclamo (críalo-críalo-críalo) dicen algunos que suena y de ahí la onomatopeya de su nombre vernáculo. No suena exactamente así pero se parece.
Así como el nombre genérico es acertado el específico glandarius no es muy correcto pues derivaría de glandarius-a-um : que da o produce bellotas (glans-ndis: bellota) muy apropiado para el arrendajo (que las consume, esconde y olvida dónde para generar nuevos árboles) pero en nada acertado con el críalo.
Muchas cosas se han escrito de este ave y tenemos un espléndido investigador el Dr. Soler, que ha llenado páginas con su comportamiento apasionante, sin duda referente a leer si queremos conocer a esta especie.
 Al igual que su pariente el cuco (Cuculus canorus) parasita a otras aves, generalmente urracas y cornejas, generando huevos verdes moteados de pardo similares a los de los hospedadores.
Es precioso observar las idas y venidas de los críalos tratando de despistar a las urracas para colarles un huevo, a las urracas!! Que mira que son listas, como dice un buen amigo “si las urracas pesaran 3 kg. no salíamos nadie de casa..”
Las urracas a su vez, (o algunas de ellas) han aprendido a diferenciar los huevos “malos” de los propios y luchan y pugnan por no ser engañadas en una coevolución entre el hospedador y el parásito que ha de mantenerse en un cierto equilibrio, sino una de las dos especies acabaría por desaparecer.
A diferencia del cuco los críalos no tiran del nido los otros huevos al nacer sino que crecen con sus hermanastros, es muy curioso ver un nido de corneja con 3 o 4 pollos negros y uno blanco…
Los padres no sólo ponen los huevos y se van sino que de vez en cuando se pasan a ver como va la incubación, por si han sido descubiertos y hay que reponer..
Los jóvenes críalos no cuentan con la referencia de los padres a la hora de migrar, y realizarán el viaje de vuelta a sus zonas de invernada en África sin saberse muy bien cómo. Una golondrina acompaña a sus padres, pero los jóvenes críalos en otro apasionante comportamiento lo hacen solos…
Para más complejidad, podríamos llamar a estas aves “tragasables” no en vano se alimentan de toda clase de orugas urticantes como la procesionaria del pino Thaumetopoea pityocampa y otras similares a las que la mayoría de las aves no les meten mano (mejor pico), por tener defensas. Los críalos las capturan, las golpean, desprendiendo parte de sus pilosidades, las enrollan cual tallarín y las engullen.
En definitiva un ave que controla las poblaciones de córvidos parasitándolos, y las poblaciones de orugas defoliadoras que tanto daño hacen a los ecosistemas forestales… un encanto etológico.


 Una pequeña cresta caracteriza a este singular ave. En el pico una oruga procesionaria del pino.



 El "tragasables" en acción, con una oruga urticante a punto de ser engullida


 Las patas son fuertes, pues caminan bastante para buscar orugas en el suelo.

 Con una oruga enrollada para ofrecérsela a su hembra, esta necesita mucha energía pues pondrá muchos huevos en diferentes nidos, y son muy costosos energéticamente hablando.


Las partes superiores son oscuras moteadas de blanco, en las ave jóvenes se observan las plumas de vuelo de color anaranjado que rápidamente nos permiten diferenciarlos de aves adultas.


 Adulto en vuelo, la cola larga y moteada. Las partes inferiores son muy blancas

Pareja en vuelo a la "caza" de un nido que parasitar, en vuelo emiten constantemente su reclamo.

Nido de procesionaria del pino Thaumetopoea pityocampa alimento del críalo.

Si por casualidad os cruzais con uno no dejéis pasar la oportunidad y observar su comportamiento, a buen seguro no os defraudará.
Jorge Falagán


domingo, 25 de marzo de 2012

Liebre Ibérica (Lepus granatensis)

!!Cuando menos se espera, salta la liebre!!
Con este dicho popular se pone de manifiesto el comportamiento de defensa de uno de los mamíferos lepóridos más veloces de la Península.
A cualquier campero destripaterrones que deambule por eriales, baldíos y terruños, en alguna ocasión habrá tenido que cerrar la boca para impedir que su corazón saliera despedido del susto que muchas veces provoca el repentino salto de una liebre. Esperará a no ser descubierta en la cama, si los nervios no aguantan, toda la tensión se trasnmitirá a las patas, a un corazón tremendo que bombeará sangre a un ritmo frenético, y la liebre correrá y correrá hasta el perdido..
En la Penísula tenemos tres especies de liebre, la ibérica (L. granatensis). Una especie endémica de la Cordillera Cantábrica la liebre de Piornal (Lepus castroviejoi) y la liebre europea (Lepus europaeus) que entra en la Península por los Pirineos.


En la provincia de León se pueden observar la ibérica, repartida por casi toda la geografía, dando paso en las faldas de la Cantábrica a la de piornal, más montaraz, ligada a ecosistemas más forestales y montañosos.
La liebre en Castilla y León ha descendido en los últimos años debido en un primer momento a la turalemia, enfermedad que diezmó sus efectivos, pero sin duda la " simplificación" del campo con paisajes uniformes, grandes extensiones de monocultivos, ausencia de rodales, eriales, baldíos y perdidos han dado la puntilla a esta velocista.
Cada vez son mas raros sus brincos, orejotas, su característica cola blanquinegra, no se escapa a nadie que se fije un poco, que cada vez se ven menos muertas en las carreteras (segunda causa de muerte) o en las perchas de caza. Apenas vemos ya galgueros con sus galgos cazando en mano.


Eminentemente crepuscular y nocturna se torna activa con las últimas luces, pasando el día en el encame. Será al final del invierno y en  los inicios de la primavera momento en el que el celo determinará que estén mucho más activas incluso a pleno sol.




Dicen los pastores y cazadores avezados que a la liebre en la cama se la descubre si le vemos los ojos, cierto que no son pocas las que he visto gracias a los ojos, lo mismo que sucede con los alcaravanes, "visto el ojo, visto el bicho". Sus aparentes pelos descolocados, las diferentes gamas de pardos y negros constituyen un camuflaje perfecto. Esos pelos disparados en realidad son disruptores de la figura.



Apenas perceptible al ojo humano, una forma inusualmente redondeada es en realidad una liebre, su mimetismo, extraordinario!!



 HUELLA Y RASTROS
 Rastro de ida y vuelta en la nieve, los grupos de aparentemente 3 huellas son debidos a las extremidades anteriores unidas en el primer "agujero", y las patas posteriores a cada lado y adelantadas respecto a las delanteras, dibujando un rastro inconfundible. La distancia entre grupos de huellas nos indica que iba al paso, si una liebre corre estos grupos pueden estar separados varios metros.

 En sustratos muy finos como este barro fresco es visible la gran cantidad de pelo que recubre en su totalidad las "plantas" de las patas de las liebres, marcando someramente las uñas. En este caso una liebre al paso. Si fuera en carrera marcaría mucho más las uñas.


 EL ENCAME
A diferencia de sus parientes los conejos que excaban el terreno creando cubiles y madrigueras, las liebres apenas escarban un poco la superficie del terreno.
Suelen las liebres hacer varias camas, si son molestadas las alternarán, en los días de helada las harán en las proximidades de algun charco pues este hará que la temperatura sea ligeramente mas benigna.
Los cuartos traseros apretados en la zona profunda con los resortes preparados para saltar si el mimetismo no es suficiente.
La liebre confía tanto en su cripsis que un ojo entrenado puede descubrirlas en la cama, cuántas han caído por la garrocha del pastor, creyendo que no eran vistas...


CAUSAS DE MORTALIDAD


Principalmente en los últimos años la turalemia, las caza y la carretera como este ejemplar en una cuneta.
La plaga de topillos de 2007 se intentó parar envenenando el campo, la liebre carroñera que es, comió los topillos envenenados con clorofacinona, el resultado....

La Rabona, como es llamada en algunos lugares va desapareciendo, ojalá no sea tarde aún...


miércoles, 14 de marzo de 2012

Gorrión Alpino (Montifringilla nivalis)

Desconocido por muchos este especialista de hábitat vive en zonas de alta montaña de la Cordillera Cantábrica y Pirineos. Lo innaccesible de sus territorios de cría, la escasez de efectivos y sus hábitos discretos hacen de él un gran desconocido, por ello lo traigo a estas páginas.

Adulto capturando insectos en prados alpinos. Plumaje reproductor con el pico negro. En invierno se volverá amarillo anaranjado.


Otra de esas aves de montaña con la que he disfrutado observando su biología, especialmente cuando los machos en los albores de la primavera se dejan caer con las alas extendidas emitiendo su canto de celo. Las alas blancas contrastan entonces con los tonos marrones de la espalda llamando poderosamente la atención del observador.
Cría en zonas alpinas de León desde Peña Ubiña a los Picos de Europa donde alcanza las mayores densidades. Aunque son apenas unas 500 parejas distribuidas de forma laxa por todo el areal de distribución. Cortados calizos y prados alpinos son en buena medida lo que necesita esta singular ave para establecerse.
Los nidos se ubican en pequeñas oquedades a bastante altura del paredón, aunque en ocasiones puede estar situado a escasos 3 o 4 metros de la base. Se afanan los padres gorriones en buscar insectos para dar de comer a una prole que suele ser numerosa, unos cuatro o cinco polluelos.
Cuando salgan del nido se unirán al grupo de los padres y emprenderán un nomadeo que unido a otros grupos familiares conformarán bandos numerosos que en época invernal realizan movimientos en altitud, descendiendo a zonas menos castigadas por los rigores climáticos.




Adulto con ceba, muchas son las típulas que capturan, sus patas sobresalen del pico.

El vuelo es espectacular, es entonces cuando despliega esas llamativas alas blancas y negras.



Esta es la entrada del nido, una oquedad de longitud variable pero de escaso diámetro.


Proximamente subiré algunos videos de esta especie con comportamientos como el celo o los pollos.
Un saludo
Jorge Falagán



domingo, 11 de marzo de 2012

El Mastín y el Lobo



Ayer me salieron al paso unos mastines que me recordaron a algunos de la montaña con los que tuve una relación cercana, es el caso de “Sol” un perro mastín leonés con una librea clara que le confundía con las ovejas. Si bien su alzada le hacía visible cuando barruntaba algo en la nariz y se ponía en pie.
Siempre me han gustado esos compañeros de faena, infatigables, pachorros, que durante siglos han ayudado a los hombres en su trasegar. El mastín leonés posteriormente llamado mastín español (cuando se le inscribió como raza) es uno de esos seres que cada vez se ven menos y posiblemente en muchos lugares nos hacen mucha falta.  


Está demostrado que los rebaños con estos mastines sufren menos ataques de lobo. No en vano siglos de selección de los mejores ejemplares, aquellos que estaban activos en la noche, los que sabían discernir entre un lobo joven, (de los que van de señuelo) y uno alfa (de los que entran por la contra) al rebaño… esos son los buenos, los que el pastor “echará a criar”.
Hubo un verano, hace ya muchos años en el que los lobos criaron muy cerca de una localidad leonesa de la montaña de Riaño, por suerte para mí estaba de vacaciones allí y enseguida oí hablar de los ataques. Un día si, y al otro y al tercero había escaramuzas con un lobo o dos y el rebaño de ovejas.
Busqué una atalaya lo suficientemente elevada y alejada que me permitiera ver como sucedía aquello. Prismáticos, telescopio y cada tarde me enriscaba en mi mirador. Al caer la luz, los mastines llevaban el rebaño hacia el pueblo, el pastor se acercaba a recogerlos y era justo en ese momento, de cierto desconcierto, antes de la llegada del pastor, o recién llegado cuando los lobos tendían la emboscada.
Unos días esperaban entre el pueblo y la trayectoria del rebaño, otros lo seguían a la espera de alguna oveja que se separara a parir, pues era tiempo de corderos, otros entraban por los flancos. Una de esas historias de abuelos y pastores que reviví en directo. Muchos días no pasaba nada, pero algún corzo salía del hayedo o un zorrete saltaba sobre las topineras a la caza de ratones, con lo que las tardes se me pasaban volando.
Aprendí mucho de mastines, de cómo la mastina vieja siempre se quedaba a la zaga, a la espera por si todo era un ardiz y el lobo venía a la contra. Es impresionante ver como un lobo cortaba repetidas veces el camino que debía llevar el rebaño para airear su olor y luego se dirigía al arroyo para desdibujar su rastro. Llegados los mastines rompían a ladrar erizados los lomos y con la cola en alto en pos del enemigo, las ovejas se arremolinaban y la hembra vieja se ponía a la contra en guardia, sabedora que era un momento crítico.
Muchas veces los mastines cierran el rebaño, por si el peligro viene a la contra.



“Sol” en cambio encabezaba la persecución, flanqueado de otros mastines más jóvenes y ligeros que le cogían la delantera.
Desde mi atalaya podía ver los movimientos de los “actores” en un tira y afloja del que sólo atisbaba el resultado, no tenía la certeza del desenlace hasta que bajaba al pueblo y me confirmaban las sospechas, “hoy falta una”.

Mastín barruntando por encima del rebaño


Nunca llegué a ver un cara a cara lobo-mastín hasta unos años más tarde. Era en invierno y uno de los mastines olió a lobo, se preparó un gran revuelo, el lobo al ser descubierto salió al trote monte arriba, tres los más jóvenes llegaron a él, pero se erizó y sacó los dientes, como si hubieran golpeado con una barrera invisible los tres se detuvieron en seco. Alguno echó la vista atrás, sabedor de que venía “Sol” el gran macho.
Sin titubeos se lanzó hacia el lobo, este en un brinco dio la vuelta en el aire, y corrió, se internó en los piornos, en un claro se detuvo a escuchar por donde venían los mastines, uno llegó al claro y el lobo se encaró, era uno de los jóvenes que emitió un ladrido desencajado, irrumpieron Sol y otro de los mastines y el lobo emprendió la carrera hacia el hayedo. Mucho rato estuvieron los mastines ladrando hacia el bosque, como diciéndole al lobo que aquellas ovejas eran suyas, no volví a verlo.
La agilidad con la que se movía entre los piornos respecto al pesado correr de los mastines reforzó mi idea de que si un lobo corre, no hay mastín que lo pille. Si bien varios mastines pueden llegar a acorralar a un lobo y que se produzca la pelea, para ello tienen los mastines ese tremendo pellejo en el cuello, por si el lobo les traba. El hombre dotó a su aliado de las “carlancas”, que como dice la RAE  en su primera acepción (De or. inc.; cf. lat. tardío carcannum, collar).
1. f. Collar ancho y fuerte, erizado de puntas de hierro, que preserva a los mastines de las mordeduras de los lobos.

En primer término mastín con Carlancas, en este caso de cuero con puntas. Libreas diferentes de mastín.
 

Aún así alguna vez un lobo ataca a un mastín sobre todo a los más jóvenes y corredores, una vez ví uno de este rebaño al que un lobo casi arranca la cola de cuajo, sólo de ver las heridas del mordisco en los cuartos traseros uno se imagina la tremenda dentellada, la piel separada de la carne a ambos lados de la cola… imagino que Sol y los otros como tantas veces llegaron a tiempo…


La gran "papada" que tienen los mastines como defensa natural
 

Esta raza es grande, corpachona, con un marcado carácter ganadero, quieren al rebaño de igual modo que al pastor.
A veces su ladrido profundo asusta al urbanita, pues todo aquello que se acerca a “su” rebaño es un peligro potencial, y el mastín avisa, se encara, defiende pero si nos separamos tranquilamente, sin movimientos rápidos y hablando al mastín, nos reconocerá como aliados.
No es una raza que muerda al hombre, pues le encantan los hombres,es preciosa la ternura que despliegan con los niños, retratada ya por Goya en el cuadro "Niños con Mastines", la importancia tiempo atrás se ve también en cuadros como las Meninas en el que uno de estos preciosos perros se encuentra tumbado en el salón.
Espero que estas líneas os sirvan para ver el andar tranquilo de los mastines leoneses con otros ojos.
Un saludo
Jorge Falagán


miércoles, 7 de marzo de 2012

Tejón (Meles meles)



La primera vez que vi un tejón era un crío, de noche un cuerpo rechoncho que cruzó la carretera. Con los años encontré muchas tejoneras, las medí, observé las entradas, los conductos de ventilación, las letrinas, los pasillos perfectamente conformados por el trasegar de estos curiosos animales.

Los pasillos limpios de hojarasca, o en la nieve llenos de ella cerca de las entradas, restos que introducen en la misma para hacer el encame.

Algunas de estas tejoneras tienen muchos años, algo de lo que me di cuenta rápidamente pues preguntaba a mi abuelo o a mi tío donde había tejoneras en el pasado, me acercaba y allí seguían 50 años después. Mi abuelo Honorato las conocía, pues en zonas de montaña el tejón se cazaba para comerlo, algo impensable hoy pero que era una práctica habitual hace 60 o 70 años.

Las molestias en las inmediaciones de las tejoneras hacen que sus inquilinos se queden en ellas incluso durante varios días sin asomar el hocico, por lo que hay que tener mucho cuidado, si se requiere confirmar la ocupación en la tejonera no es necesario acercarse mucho a ella y por supuesto la visita (digo bien "la" no "las") puede hacerse a cierta distancia. Si no podremos provocar que abandonen una tejonera que tal vez lleve siendo ocupada siglos.

La sociedad de los tejones está bien estructurada y en tejoneras de gran tamaño suelen vivir 4-5 o mas ejemplares, se han citado  casos de más de una docena, estando emparentados entre ellos por vía materna, pues los machos jóvenes suelen partir, mientras que las "hijas" suelen quedarse en el terriorio paterno.


Mustélido semiplantígrado muy curioso, pues recuerda en cierta medida a un oso pequeño, la cara presenta típicamente dos bandas negras a modo de antifaz que unidas a un cuerpo largo y rechoncho hacen inconfundible su figura.


A continuación algunos detalles de su morfología, aprovechando un ejemplar que encontré atropellado, una de las principales causas de mortalidad.

 La dentición revela que se trata de un carnívoro, con colmillos bien desarrollados, si bien una mirada a las muelas nos indica que es un omnívoro, pues las muelas son parecidas a las nuestras. Desde la miel o las larvas(dicen que de ahí lo de Meles, aunque otros autores señalan que es porque se parece a un oso) hasta carroña todo sirve aunque los frutos, lombrices, bulbos, insectos varios componen la mayor parte de su alimentación. La nariz bien desarrollada pues tienen muy buen olfato a diferencia de la vista que no es muy buena. Todo ello debido a sus hábitos crepusculares, nocturnos y cavernícolas.


La regla que pongo de referencia mide 50cm, en este caso una hembra gestante fue víctima de un coche. la gestación se retrasa desde las cópulas, al igual que la implantación de los óvulos en el útero, estrategias que permiten a los tejones criar si las condiciones ambientales son favorables. Habitualmente solo criará la matriarca de la tejonera.



Detalle de la "mano" o pata delantera, con 5 dedos típico de mustélido y unas uñas largas y fuertes que denotan sus hábitos excavadores, bien para la búsqueda de alimentos, o para la construcción de las tejoneras donde pasan buena parte de su vida.


Detalle de la pata posterior.

Un tejón que encontré "momificado" era finales de verano y posiblemente ningún depredador se atrevió a carroñearlo, el pelo se desprendió quedando este singular aspecto.


Detalle del pelo del tejón tradicionalmente utilizado para la construcción de pinceles o brochas de afeitar (que tienen ese color blanco y negro característico de la especie).



HUELLAS Y RASTROS DE TEJÓN (Meles meles)

Los cinco dedos perfectamente marcados, talón y uñas separadas de las marcas digitales son señal inequívoca de la huella de un tejón.


Rastro al paso, la pata trasera se solapa encima de la delantera.




Del mustélido más pequeño a uno de los mayores. La pata anterior del tejón presenta unas uñas enormes, en las huellas se suelen marcar a unos 2 cm de los dedos. Mientras que las huellas de la pata trasera no tienen las uñas tan patentes.
En las especies del gen. Mustela la distancia entre los grupos de huellas es un buen carácter porque nos indican el tamaño del individuo. En este caso pudieran ser armiño y comadreja, por distribución, aunque es más fácil que sea comadreja, como el tamaño de ambas especies es muy parecido es imposible asignar a una de las dos especies estas huellas. Comadrejas, armiños, garduñas, martas suelen ir a saltos por lo que es habitual encontrar grupo de huellas de 2 en 2.

EXCREMENTOS



La moneda a la izq. es de 20ctms, está situada sobre la tierra que el tejón ha sacado de la letrina. Había llovido mucho por lo que los excrementos se han fusionado en una plasta dentro de la cavidad. En las proximidades de las tejoneras es frecuente encontrar letrinas de este tipo en las que una excavación de unos 15-20 cm de profundidad se va rellenando de excrementos. También marcan el territorio siendo los excrementos muy similares a los de los zorros, en lugares elevados, cruces etc



Otra letrina, en el círculo rojo los excrementos





En este caso un tejón ha levantado una moñiga de vaca y se ha dedicado a comer las lombrices, escarabajos, larvas etc de todos los organismos coprófagos que se encontraban debajo, en su afán ha levantado buena parte de la hierba con sus poderosas uñas. En ocasiones se confunden este tipo de señales con las dejadas por los jabalíes.






viernes, 2 de marzo de 2012

Actualización del Lobo

Parece que es una de las entradas que más llama, pues he subido unos videos y unas frases para los que tenéis curiosidad por la especie, tengo muchas cosas sobre ellos ya iré subiendo... Canis lupus
Como defensor de esta y todas las especies os daréis cuenta de que nunca diré el donde grabé o hice tal foto, mi único ánimo es poner en valor la riqueza natural que tenemos y si puedo, ayudar en la conservación de estas especies. Jamás me perdonaría a mí mismo el mal uso que se pueda dar de la información que doy y por ello determinadas cosas nunca aparecerán en estas páginas, perdonarme los que las leéis desde el ánimo de aprender y conservar.
Un saludo espero que os guste
Jorge Falagán